El monitoreo de la Falla San Ramón -que se extiende entre los ríos Mapocho y Maipo, en la pre cordillera central de la Región Metropolitana- es una investigación inédita en Chile, que permitirá conocer, educar y adoptar medidas que contribuyan a prevenir y enfrentar los efectos que podría tener una eventual activación la falla geológica.

Hasta el Cajón del Maipo llegó esta mañana la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, para verificar en terreno el funcionamiento de una de las estaciones sismológicas instaladas a lo largo de la Falla San Ramón. El instrumental es parte de un proyecto financiado por el Gobierno y realizado por la Universidad de Chile, cuyo objetivo es ahondar en el conocimiento de esta falla geológica.

El monitoreo de la Falla San Ramón -falla cortical que se extiende entre los ríos Mapocho y Maipo, en la pre cordillera de la Región Metropolitana- es una investigación inédita en Chile, que permitirá conocer, educar y adoptar medidas que contribuyan a prevenir y enfrentar los efectos que podría tener una eventual activación la Falla San Ramón.

El proyecto, que encabeza el investigador de la Universidad de Chile, Gabriel Vargas, se materializó el 21 de junio del 2016 tras la firma de un convenio entre el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, ONEMI y la casa de estudios y permitirá la realización de un estudio que profundizará los conocimientos de la falla. El acuerdo también financió la instalación de 7 equipos de monitoreo permanentes (estaciones sismológicas) y 5 de características móviles (GPS), información que es consolidada por el Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile.

“Esto, que pudiera parecer altamente técnico, es sin embargo esencial para algo como país que necesitamos siempre, que es generar estrategias de prevención y protocolos de acción para cómo reaccionar  en caso de sismos importantes. Chile es y seguirá siendo un país sísmico y debemos prepararnos adecuadamente para prevenir y gestionar este riesgo. Y lo primero que requerimos, para prevenir adecuadamente, es justamente  información”, aseguró la máxima autoridad.

El profesor de la Universidad de Chile aseguró que “gracias a una alianza estratégica entre la academia y el Gobierno, por primera vez tenemos un monitoreo permanente de una falla activa en Chile y que nos permitirá conocer mejor la falla y nos dará alguna chance de anticipar algún potencial evento sísmico mayor en el caso que la tasa de sismicidad antes de eso se incremente”.

La iniciativa promueve el diálogo entre el Gobierno y el mundo académico para fortalecer el conocimiento de los riesgos con los que convive la ciudadanía a lo largo del país. En los últimos 3 años se han concentrado el 48% del total de emergencias ocurridas en los últimos 60 años, entre ellas los terremotos de Iquique (2014), Coquimbo (2015); los aluviones de Atacama (2015), los incendios forestales del verano de 2017 y las erupciones de los volcanes Villarrica y Calbuco.

El objetivo del Gobierno es conocer los riesgos de nuestros territorios, adoptar medidas de prevención necesarias para la ciudadanía; y, lo más importante, salvaguardar la vida de las personas.